Esta reconocida como la variedad de naranja con mejor sabor.

Su cultivo es minoritario por ser menos productiva, necesitar más agua, más nutrientes y tener tendencia a la caída del fruto.

Cultivada de forma ecológica en tierras muy fértiles al lado del rio Ebro, se convierte en un manjar exquisito.

El fruto maduro es de piel fina de color naranja, con la pulpa muy sabrosa y muy jugosa.