En agricultura convencional, los abonos químicos se aportan disueltos con el sistema de riego.
Bajo los árboles, la tierra hace de soporte y se mantiene sin hierba por el uso de herbicidas.
En agricultura ecológica abonamos con materia orgánica, que es la base para el aumento de la vida y la fertilidad de la tierra.
La materia orgánica previene la compactación y erosión, mejora la estructura, la capacidad de retención de agua y nutrientes para las plantas.
La poda que trituramos y la hierba que cortamos se transformarán de nuevo en nutrientes para las plantas.